Crónica | Osasuna 1-4 Real Madrid. Si es que no son horas
A nadie le apetece hacer nada a las cuatro de la tarde de un domingo y mucho menos salir a correr o a jugar al futbol.
Has comido bien y lo que te pide el cuerpo es una buena sobremesa o una siesta de esas de pijama y orinal. Y claro pasa lo que pasa, que no te enteras de lo que pasa en los primeros veinte minutos del partido. Necesitas la lesión de un rival (Moncayola) y un gol en contra ( Unai en el 14) en un saque de corner, para desperezarte.
Necesitas que Isco se de cuenta de que es mas divertido y sobretodo mas eficaz, jugar al primer toque y hacia adelante, Modric tome el control y tu te des cuenta de que es el liderato lo que está en juego.
Así, tras un balón peleado por Bale, desaparecido por cierto en la primera parte, Isco con una gran bolea ponía el empate en el marcador. Y entonces, con esa primera estirada, te das cuenta de que te quedan aun quince minutos para aprovechar la inercia. Y en el mundo no existe nadie que aproveche mejor esas situaciones que Ramos.
Era un corner botado desde la parte izquierda del ataque blanco, que ejecutando una jugada de pizarra ( si si, Zidane también entrena estas cosas) Casemiro no remataba a portería, si no que asistía a Ramos que entraba solo al segundo y certificaba la remontada.
Con uno a dos en el marcador nos fuimos al descanso, pensando en algún ajuste de Zidane para la reanudacion, pero como es habitual en Zizu, los cambios se harían de rogar.
La ssegunda parte parecía tener otro guion, el Madrid salía con ganas de sentenciar y el Osasuna volvia a la presión alta, lo que convirtió los primeros minutos en una continua búsqueda de carreras a la contra por parte del equipo blanco. El partido pedía a gritos a Vinicius Junior.
Pero la primera sustitución fue Lucas Vázquez, que entraría en lugar de un flojo Bale. Y como el pardito estaba en una fase de aburrimiento peligroso, por fin el técnico francés dió entrada al brasileño, que dispondría de diez minutos más el añadido para confirmar su buen estado de forma.
Tuvimos que esperar al minuto ochenta y cuatro para que Lucas a pase de Benzema sentenciara un encuentro feo y sin mas historia. Y que Jovic, que tan solo contó con ocho minutos en el campo, por fin viera puerta y dejara claro lo que todos sabemos.
Que a nadie nos gusta hacer nada a las cuatro de la tarde
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