Rumba futbolera. Crónica: Villarreal 4-4 Real Madrid

Suele decirse que los finales de Liga tienen dos caras, que o bien te encuentras equipos necesitadísimos de hacer los deberes a última hora, o a equipos cuya única aspiración es terminar lo que queda para marcharse cuanto antes a la playa.

Pero lo de hoy no fue así, sino que ofreció un espectáculo más propio de 5 o 10 jornadas más atrás, cuando la tensión competitiva está a flor de piel.

Lo que se vivió esta tarde de sábado en el Estadio de la Cerámica no se puede catalogar de otra forma que no sea de fiesta del fútbol.
Entendedme, como en todo, nunca llueve a gusto de todos y, si bien puede ser todo una maravilla para el aficionado que demanda que “ojalá todos los partidos fueran así de vistosos”, para los entrenadores es un susto continuo ya que no le paran de ver errores a sus equipos.

Así les ocurrió a Carlo Ancelotti y Marcelino García Toral en la contienda de hoy viendo cómo sus conjuntos se repartían 45 minutos para cada uno, dejando 2 mitades muy similares a la par que extrañas.

La primera mitad fue absoluta propiedad del Real Madrid, jugando de manera excelsa y apoyándose en esa confianza que te ofrece el no jugarte nada y disfrutar de la vitola de campeón de Liga. Así pues, cada ataque del conjunto blanco parecía castigar con dureza a un Villarreal que salió despistado y se vio desarbolado por el gran manejo de balón que ofrecía el centro del campo madridista, con un Modric conquistador del terreno de juego y un Arda Güler decidido a enamorar a su técnico, compañeros e hinchada blanca.

El partido del jugador turco fue un escándalo de buenas decisiones, regates, detalles técnicos… y goles, en concreto 2 y de muy bella factura. El primero llegó en el minuto 14, tras una gran maniobra de Joselu, que cedía a Brahim y este encontraba a Arda solo en el área. El joven crack controlaba a la perfección el balón y se abría hueco para cruzar al fondo de las mallas.

Un cuarto de hora después, al minuto 30, sería Joselu quien cabecearía a la red un gran centro de Lucas Vázquez para hacer el 0-2.

No todo fue bueno, pues un grave error de Ceballos cayéndose solo y perdiendo el balón en área propia iba a propiciar el primer gol de Sorloth, que recortaba distancias haciendo el 1-2.

Pero aún no le tocaba al Villarreal y en la siguiente jugada, otro fulgurante ataque del Madrid terminaba en un precioso taconazo de Brahim para encontrar a Lucas Vázquez, quien marcaba para hacer el 1-3.

No frenaba el Madrid y, justo antes del descanso, otra vez Lucas Vázquez encontraría a Arda Güler solo en el área para que el turco con una gran definición hiciese el 1-4. No solo fueron los 2 goles de Arda, sino su inteligencia para saber a qué zona ir, en qué momento y sobre todo para ver dónde va a caer el balón y hacer la intención de querer ir a ocupar las zonas libres en ambas jugadas.

Pero, ay amigos, ya os he dicho que el partido estuvo dividido y la cara se convirtió en cruz en la segunda parte.

Sorloth no está luchando por el Pichichi por simple casualidad, sino por ser un delantero muy, muy bueno al que se le caen los goles solos. 4 en el día de hoy, para ser más exactos dejando como único aliciente de la jornada final el duelo entre Dobvik y él (con permiso de nuestro Jude) por alzarse con el trofeo de goleadores.

Los metió de todos los colores el noruego en la segunda parte, siendo un gran remate de cabeza el tiro escogido para realizar el 2-4 en el minuto 48, tras un gran centro de Gerard Moreno, otro de los candidatos a mejor jugador del partido en el Villarreal.

Al minuto 52 de partido, un gran pase filtrado de Gerard Moreno encontraba a Sorloth en carrera frente a Militao, a quien no solo ganó por fuerza sino que además dejó sentado en el suelo con un amago antes de batir por bajo a Lunin y hacer el 3-4. Hat-trick en este momento del noruego, que estaba desatado.

Cinco minutos después, el fútbol terminaba de volverse loco y Sorloth, aprovechando un grave error de Militao, quien falló quedándose enganchado en el área y reaccionando muy tarde, empujaba al primer toque para conseguir su 4° gol y empatar el partido a 4.

Hay que pararse a destacar que no fue la tarde de Lunin y Militao, quienes dieron muestras de no estar para nada disponibles para jugar de titulares la final de la Champions del 1 de junio.

El marcador no se movería más y, pese a la derrota del Betis en casa frente a la Real Sociedad, el Villarreal se quedaba sin jugar Europa la temporada que viene. Mal castigo dirán algunos, merecido tras la primera parte dirán otros, lo que sí es cierto es que Marcelino consumía su segundo fracaso europeo de la temporada.

Por parte de nuestro Real Madrid, muchas cosas buenas que destacar y otras, como la de encajar 3 goles en contra en 7 minutos, a corregir cuanto antes para llegar en las mejores condiciones a la finalísima de Champions.