Los años pasan, salvo para Llull
El capitán anota, una vez más, la canasta de la victoria
Un partido de altibajos
El Real Madrid se impuso fuera de casa a La Laguna Tenerife por 70–71, en un partido marcado por un final épico. Los blancos llegaban en su mejor momento de forma de la temporada, con cinco victorias consecutivas y nueve en sus últimos once partidos. Enfrente, uno de los equipos que mejor juega tácticamente, sobre todo, el pick & roll. Sin embargo, los canarios se presentaban con bajas importantes: Marcelinho Huertas y Joan Sastre, jugadores clave para Vidorreta, quedaron fuera de la convocatoria. Aun así, ganar a Tenerife a domicilio no es tarea sencilla.
El primer cuarto comenzó dominado por los de Scariolo. El buen ritmo anotador de Mario Hezonja y Théo Maledon mantuvo a flote a los blancos. Además, los madrileños se mostraron sólidos en defensa y en el rebote. En este último aspecto, superaron a los canarios por cinco capturas. Los locales tuvieron sus mejores minutos con la entrada de Jaime Fernández. Finalizado el primer periodo de partido, el marcador favorecía al Real Madrid (16-18).
El segundo cuarto continuó con bajo ritmo de anotación, debido a la buena defensa de ambos conjuntos. Los tinerfeños redujeron sus porcentajes de acierto desde la línea de tres a un 20%. El Real Madrid dominó en el rebote, con una contundente diferencia de 26 a 12 capturas. Los triples de Sergio Llull y Chuma Okeke lograban colocar a los blancos diez puntos arriba, pasados cinco minutos de cuarto. Los de Vidorreta reaccionaron, pero las buenas acciones ofensivas y defensivas de Hezonja y Tavares mandaron a vestuarios el partido con un +8 en el luminoso.
Empezó el segundo tiempo. El Real Madrid logró aumentar distancias con una renta de 13 puntos, pero las 7 pérdidas en el tercer cuarto y las faltas de Tavares pasaron factura. Tenerife puso orden en ataque y se mantuvó vivo gracias a Van Beck, que anotó 15 puntos con tres triples. Los buenos minutos de Giedraitis y Fran Guerra metieron de lleno a los canarios en la pelea por la victoria. El partido se iba a decidir en el último asalto, con el marcador más ajustado que nunca (48-49).
Tres segundos son suficientes para el MVP
El último periodo iba a estar igualado hasta el final. Aunque los de Scariolo lograban una diferencia de cinco puntos en el marcador, la confianza de los tinerfeños no decaía. La afición presionó en todo momento, pero el Madrid no permitió la remontada. Los importantes triples de Deck y Hezonja, sumados a un 2+1 de Campazzo, oxigenaban a los blancos. Aaron Doornekamp logró anotar un 3+1 para poner las tablas en el Santiago Martín, y una falta en ataque de Campazzo, a falta de tres segundos, mandaba a Jaime Fernández a la línea de tiros libres con la posibilidad de superar por dos puntos a los blancos. El base anotó el segundo, y el tiempo muerto de Sergio Scariolo funcionó a la perfección.
Tal y como se ha visto tantas veces, el capitán, Sergio Llull, no necesita mucho tiempo para ejecutar un tiro. El balón llegó a sus manos y, tras desbordar a Héctor Alderete, armó un lanzamiento perfecto a tabla que daba la victoria al Real Madrid. El de Mahón finalizó el partido con 11 puntos y 2 asistencias en su casillero personal.
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