El Real Madrid vivió un domingo de rotaciones y racha positiva ante el Bàsquet Girona, al que derrotó con claridad por 112-76. El equipo catalán, ascendido en 2022, volvió a caer frente a los blancos y ya acumula siete derrotas consecutivas ante ellos. Además, sigue sin conocer la victoria como visitante en la ACB. El partido se rompió definitivamente en el tercer cuarto, reflejando la diferencia de profundidad y ritmo entre ambos equipos.
Para Sergio Scariolo fue una jornada redonda, con el octavo triunfo consecutivo entre Liga Endesa y Euroliga. El técnico apostó por dar descanso a piezas clave como Hezonja, Deck y Tavares, confiando en jugadores menos habituales. La respuesta fue excelente, en un partido de ritmo alto y gran espectáculo ofensivo. El Madrid firmó números muy destacados en asistencias, rebotes, porcentajes de tiro y valoración total.
Campazzo aportó liderazgo con asistencias y Trey Lyles recuperó sensaciones, pero el protagonismo fue para otros nombres. Gabriele Procida brilló con una salida explosiva, Alex Len dominó en ambos lados de la pista y David Kramer sumó con regularidad. Especial mención para Izan Almansa, que aprovechó sus minutos con eficacia y energía. Todos ellos respondieron más allá de lo previsto.
El Madrid planteó un partido de máxima intensidad física y velocidad para frenar las virtudes del Girona. Desde el inicio impuso un ritmo muy alto con quintetos poco habituales pero efectivos. Aunque algunas rotaciones no mantuvieron el mismo nivel, el control general del partido fue blanco. Girona intentó resistir con buenas acciones ofensivas, pero siempre a remolque.
El equipo catalán llegó a acercarse en el marcador y soñó con competir el partido, recordando otras sorpresas recientes. Sin embargo, el Madrid respondió con un parcial contundente antes del descanso. La entrada de Almansa, junto a acciones clave de Okeke, Campazzo y Abalde, volvió a abrir brecha. Al descanso, los blancos ya dominaban con claridad gracias a su acierto exterior y circulación de balón.
Tras el descanso, el Girona no pudo mantener su elevado acierto en el triple ni frenar la intensidad local. El desgaste físico pasó factura y el Madrid aceleró definitivamente el partido. Garuba fue clave en defensa y control del rebote, mientras Feliz y Lyles ampliaban la ventaja. El encuentro quedó sentenciado con una diferencia superior a los veinte puntos.
El Real Madrid superó de nuevo la barrera de los 100 puntos, firmando su mejor anotación de la temporada con 112. Incluso con un bajo acierto exterior en la segunda mitad, la superioridad fue evidente. El equipo llega lanzado al tramo final del año, con un exigente calendario por delante. Un cierre de 2025 a toda velocidad y con sensaciones inmejorables.
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