El Real Madrid pierde más que el liderato en el Ciutat
Llegaba el Real Madrid al Ciutat del Valencia dos puntos por debajo de un FC Barcelona, que unas horas antes ganaba su respectivo partido y con el liderato, una semana más, en entredicho. Era obligatorio sumar los tres puntos, y Zidane confiaba en Marcelo en lugar de Mendy y sentaba a Valverde, probablemente mirando ya al partido intersemanal frente al City y al clásico de la jornada 26.
Empezaban los blancos dominando a un Levante que se mantenía seguro en un bloque bajo que el Real Madrid no podía romper. Aún así, de la mano de un gran Isco, tuvo Benzema alguna que otra para poder abrir el marcador, pero no lo suficiente para superar al que posiblemente esté siendo uno de los porteros de la Liga, Aitor Fernández.
El partido se covertía en un verdadero monólogo del cuadro visitante, que trataba de asediar al conjunto granota, que además de sobrevivir intentaba salir rápido a atacar los espacios que detrás dejaba el Madrid a partir de grandes jugadores como Roger o Morales. Algo que resultaba muy frustante para un cuadro madridista que, pese a que no levantaba el pie del acelerador, no era capaz de situar el 0-1 en el electrónico.
Así llegaba el final de los primeros 45 minutos. Y no parecía cambiar nada al inicio de los segundos. No estaba jugando nada mal el equipo de Zidane, pero quizás seguía acusando un problema que lleva padeciendo prácticamente todo el año: la falta de gol y de ideas en el último tercio del campo. Pese a ello, no parecía el Levante capacitado para aguantar muchos más minutos sin recibir un tanto que era más que inminente por parte del equipo blanco. Pero como digo, parecía.
Seguían pasando las ocasiones para el Real Madrid, hasta que en el minuto 65 llegaba la peor noticia para el cuadro madrileño: Hazard caía de nuevo lesionado y tenía que ser sustituido a tan solo tres días para la eliminatoria de Champions cuando estaba volviendo a encontrar su mejor versión. Y a partir de aquí, siendo esto o no el punto de inflexión, el Madrid se desmoronó. Dejó entrar al Levante en el partido, y, arropados por su afición, se encontraban con el primer gol a tan solo 10 minutos para el final del encuentro: balón largo para Morales, que le gana la carrera a Modric y que, desde prácticamente el pico del área, se saca un latigazo brutal que impresiona a Courtois y que colocaba el 1-0 en el marcador.
Un jarro de agua fría para los de Zidane, que aunque lo siguieron intentando durante los minutos finales, seguían sin poder llevar verdadero peligro a la meta del equipo valenciano.
Y es que se suele decir que en el fútbol, si perdonas, lo acabas pagando. Y esto es lo que le ha pasado hoy al equipo blanco.
Aún así, sigue el Real Madrid dando muestras de buen juego y superioridad, que es probablemente a lo que se tienen que aferrar ante todo lo que se le viene. Cuesta creer que cediendo el liderato al FC Barcelona a una jornada del clásico y con el City a la vuelta de la esquina, aún haya cosas positivas por las que creer. Pero ya saben que el crecerse ante las adversidades siempre será parte del ADN del Real Madrid de Zidane.
POR: ANTONIO MATEOS
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