Crónica Real Madrid 4 Mallorca 1

Chef Rodrygo y de postre Rudiger

Dos de la tarde en el Bernabéu y estábamos citados dentro del estadio, no en el asador o en alguno de los nuevos restaurantes que se abrirán. Horarios caprichosos de una Liga que vela mas por intereses propios que por el del espectador.

 

El menú del medio día blanco comenzaba con un entrante venido desde Escocia, con un Hazard de falso nueve que dejo muy buen sabor de boca en su partido de Champions. Y pese a que había generado grandes expectativas, tuvimos que compaginar el entrante con una ración de disparos lejanos para intentar abrir boca, ya que no cuajo tanto como parecía. Lo intentaba Kroos y Fede desde fuera del área, se sumaba Ceballos y los centros de Lucas, para contrarrestar los primeros buenos minutos del Mallorca.

 

Y mientras intentábamos degustar el entrante, Muniqui tras centro de falta lateral, adelantaba al Mallorca. Era el cero a uno y algo hizo click. Fede Valverde, uruguayo, conocedor de las mejores recetas de parrilla, se dio cuenta entonces que, para comer bien, sobran los adornos. Así pues, cuando el descuento de la primera parte acechaba, decidió demostrar como es un buen menú. Recogió el balón a 30 metros de su área y comenzó a correr apartando rivales como quien va quitando los complementos a la carne. Hasta cinco rivales sorteo el “Pajarito” para plantarse en la frontal y con su pierna mala, clavar el balón en la escuadra.

 

 

Quedaban cuarenta y cinco minutos para ver con que nos degustaba Carlo, muchas incógnitas con los platos principales, ya que, de momento, estábamos con hambre.

 

De primer planto nos encontramos con unos “huevos al frontón”, lo esperado. Un Mallorca completamente despreocupado de atacar, se limitaba a acumular jugadores en su campo para evitar las embestidas blancas. Lo intentaba Vinicius con sus regates y Kroos filtrando balones, pero Ancelotti tuvo que cambiar los Chef para que el menú resultase. Y claro, si tienes un chef de 37 años con más estrellas Michelin que Ferran Adriá y un pinche francés que ha llegado para comerse el mundo, lo normal, es que acabes triunfando.

 

Tuvimos que esperar al minuto setenta y dos para que Rodrygo se manchara el delantal y nos presentara el plato estrella “el imparable”. Jugada espectacular y asistencia a Vinicius que definía como un autentico nueve. Baila Vini, canta y Bernabéu y todos contentos. Pero quedaba rematar el planto principal y Rodrygo estaba desatado, así que un minuto antes de que llegará el noventa, el brasileño decidió deleitar al estadio con una jugada marca de la casa. Velocidad, desborde y disparo. Hasta cuatro rivales sortea Goes para marcar el tercero de la tarde.

 

 

Pero como todo buen menú no puede terminar sin un postre. Este llegaría de la mano de Rudiger, que con un cabezazo pondría la guinda al pastel. Eche de menos una carrera rodillas arriba para celebrarlo, pero lo reservará para las grandes ocasiones.

 

Buenas sensaciones blancas que mandan un mensaje claro a todos los rivales, hay vida sin Benzema.

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