Un sorprendente gol de Jacobo Ramón nos da la victoria en el último segundo.
Jornada 36 del Campeonato de Liga y tocaba reponerse tras el palo del Clásico. Volvíamos a casa y el rival era peligroso, puesto que el Mallorca buscaba seguir ganando para conseguir su tan ansiada plaza europea.
Para este partido, Carlo Ancelotti eligió a los siguientes 11 jugadores: Courtois; Fran García, Asencio, Jacobo Ramón, Valverde; Modric, Ceballos, Bellingham, Arda Güler; Mbappé.
Por su parte, los de Jagoba Arrasate formaron con: Leo Román; Toni Lato, Copete, Raíllo, Valjent, Mateu Morey; Sergi Darder, Samú Costa, Antonio Sánchez; Larin, Muriqui.
El partido pudo empezar muy bien para el Madrid, pues un balón largo en profundidad hacia Endrick fue cazado por el delantero brasileño que se plantó solo ante un Leo Román que comenzaba pronto su show de paradas decisivas mandando el balón a corner.
Sin embargo, sería el Mallorca quien se adelantara en el marcador en una jugada aislada por banda izquierda aprovechando un error en defensa del Madrid. Bellingham no seguía a su marca, Fran García no alcanzaba a despejar y Ceballos intentaba, ya tarde, cortar el pase hacia un Valjent que se coló solo en el área. El defensa francés soltó un rápido disparo hacia el palo largo imposible para Courtois y así hacía el 0-1.
A partir de aquí, festival de ocasiones del Real Madrid durante el resto del partido con un Leo Roman inconmensurable con 9 paradas de mucho mérito.
Disparó mucho el conjunto de Ancelotti desde fuera del área ante el gran trabajo de la poblada defensa mallorquina, que no concedía ni un hueco a los rematadores en el corazón del área.
Bellingham primero al minuto 18, Modric después pasada la media hora y finalmente Mbappé antes de finalizar la primera mitad se encontraron con los guantes del portero rival. Los tres remates en posiciones complicadas para el portero y en lanzamientos que, en otros partidos, quizá hubieran acabado entrando.
Así se daría paso a la segunda mitad, en la que el guión se escribiría exactamente igual: el Mallorca encerrado atrás y desperdiciando las poquitas ocasiones que tuvo para aumentar su ventaja y un Madrid incómodo volcando su ataque por el costado izquierdo y lanzando una y otra vez a portería sin suerte.
No solo lanzó a puerta el Madrid, sino que también tiró múltiples saques de esquinas. 26 en concreto por 0 del rival, algo que no se había dado nunca en la historia de la Liga. Curioso también que de esos 26 solo uno de ellos acabase en gol, aunque visto así también hay que decir que fue el más importante.
Todo este monólogo blanco merecía premio y este llegó a la hora de partido. Un balón por costado izquierdo encontraba a Mbappé delante de tres defensas. El delantero francés volvió a mostrar el talentazo que le caracteriza y se deshizo de ellos con mucha facilidad para acabar batiendo por bajo al portero balear. Muy buen gol de Mbappé para hacer el 1-1.
Aún así, pudo haber otro susto al tener que parar Courtois un mano a mano contra Mateu Morey tras un error grave de Jacobo en el despeje.
Pero todo seguiría igual hasta la última jugada del partido. Ni Bellingham, ni Arda, Mbappé o Valverde habían podido conseguir el ansiado gol de la victoria, todo por la maravillosa actuación de Leo Román. Si os sentís mal al ver que me repito en esta faceta, imaginad cómo estábamos los demás durante el partido viendo a Yashin o Zamora reencarnados en este tío.
Pero como decía, el Madrid ganó en la última jugada y de la manera más extraña: el 26° corner del partido era, una vez más, repelido por la defensa. Fran García encontraba el rechace y clavaba un pelotazo a la frontal del área intentando conseguir segunda jugada, Vallejo peinaba el balón al corazón del área y Jacobo conseguía adelantarse al defensa para rematar y batir por alto al portero rival y así conseguir el esperadísimo 2-1.
Sí, amigos, han leído bien: GOL DE JACOBO A PASE DE VALLEJO. El fútbol y el Real Madrid cada vez se entienden menos y tienen giros de guión absolutamente demenciales. Pero qué alegría, oye, poder seguir viviendo momentos de alegría así incluso en una temporada tan aciaga.
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