Como se suele decir, vivir de las rentas es muy arriesgado. Y el Real Madrid de Zidane estaba pecando de conformista en este inicio de Liga. Ya había dejado 10 puntos en el camino en una temporada en la que la regularidad y “el que menos falle” van a ser las claves para llevarse el campeonato liguero. Es verdad que llegaban al Di Stéfano tras uno de los mejores (si no el mejor) partido de la temporada, tras pasar por encima del Inter en San Siro y acercarse a un pase a octavos que estaba de todo menos asegurado. Sin embargo, había miedo de que el cuadro blanco volviera a sacar esa versión irregular a la que nos estaba mal acostumbrado esta temporada: igual ganaban al Barça que perdían en casa ante el Cádiz. Pues hoy, tras ganar al Inter de Milán de Conte, querían dejar de lado esa faceta para vencer al Alavés de Machín. Un equipo que venía dejando muy buenas sensaciones en el arranque liguero, que llegaba a Madrid tras cuatro partidos invicto y que quería dar la sorpresa en casa del vigente campeón.
Zidane, ante las múltiples bajas, salía hoy con un once lleno de rotaciones pero a la vez competitivo. Sin Ramos, Benzema, Jovic, Valverde, Odriozola o Carvajal, el francés optaba de nuevo por Nacho en el centro de la zaga junto con Varane. Introducía a Marcelo y Lucas como pareja de laterales inédita y a Casemiro, Modric y Kroos por delante. Arriba, Hazard, Mariano y Asensio se encargarían de poner la chispa al ataque.
Salía bien el Alavés, tratando de tener protagonismo y con dos líneas de 4 bien plantadas, ahogando a los laterales a partir de dos interiores trabajadores como son Rioja y Jota.
Pues bien, pronto obtendría su premio el conjunto vasco. Min 3’ de juego y penalti de Nacho tras el remate de un córner por mano del central español. Clarísimo, de esas manos que ahora llamamos “colocadas en posición antinatural”. Lo lanzaba Lucas Pérez para subir el primero al luminoso.
El Madrid quería apretar y presionar, pero sin Valverde ni Mendy, el equipo se partía demasiado y el Alavés salía muy cómodo.
Y al 23’, casi llega el segundo de los blanquiazules. Fallo garrafal de Kroos a la hora de dejar a Lucas en fuera de juego, que permitía al gallego quedarse solo ante Tibu. El belga sacaba una mano providencial y salvaba al Madrid de otro golpe.
Y si había poco para el elenco madrileño … la desgracia se volvía a cegar con los blancos y con Hazard. Al 28’ el belga dejaba su sitio para la entrada de Rodrygo. Aún no se sabe por qué, pero parece que unas molestias musculares obligaban al extremo a salir del rectángulo de juego antes de lo esperado.
Empezaba a apretar en lo últimos compases de la primera parte el Madrid. Comenzaban a activarse los laterales y por poco llegaba el primero de los locales a través de Kroos y poco despues, a través de Mariano. Incluso, al filo del descanso, un más que dudoso penalti de Laguardia sobre Marcelo debido a un “tirón de pelo” pero que el árbitro no veía. Jugaba con fuego el central del equipo blanquiazul.
Se llegaba al final de los primeros 45 minutos. Lo había intentado el Madrid hasta el final tras un más que buen inicio del Alavés. Pero los de Machín bajaban la intensidad de su presión y la precisión en salida de pelota tras 35 minutos sin parar de bascular y queriendo el protagonismo. Pese al paso atrás, el Madrid no podía contrarrestar el tanto inicial de Lucas Pérez.
Parecía que la dinámica del Madrid era similar a la del final del primer tiempo en el arranque de la segunda parte. Pero llegaba el segundo mazazo del Alavés. Fallaba quien menos nos tenía acostumbrados a hacerlo. Error garrafal de Courtois en la salida de balón que regalaba el balón a Joselu para que el ex canterano blanco hiciese el 0-2.
El equipo de Zidane se partía por completo buscando la heroica, y el francés optaba por Odegaard, Isco y Vini para revolucionar el encuentro. Trataban de pisar constantemente el área del Alavés pero los de Machín seguían haciendo mucho daño a las contras. De hecho, por poco conseguían otro gol en un par de ocasiones protagonizadas por Joselu y Lucas, una verdadera pesadilla para la defensa blanca hoy.
Seguía empujando el elenco madridista, y casi abrían su cuenta en el 82’ con un remate de Mariano que sacaba la zaga del Alavés bajo palos. No había forma.
Por fin, en el 86’, Casemiro permitía soñar al Madrid. Remataba y prolongaba un córner Varane. El balón quedaba para Vini, cuyo tiro sacaba a bocajarro Pacheco. En el rechace, el pivote hacía el 1-2.
Y tras unos últimos minutos de empuje, por poco, el que se suele vestir de villano y el foco de todas las críticas, Isco, se vestía de héroe. Pero el larguero dejaba al Madrid con la miel en los labios y de nuevo los de Zidane caían derrotados en casa.
No consigue alcanzar la regularidad el vigente campeón liguero. No parece falta de capacidad, porque son los mismos que ganan en San Siro o en el mismísimo Nou Camp; parece más una cuestión de actitud, de gasolina. El equipo ha llegado al arranque de Liga poco lúcido, con las ideas poco claras, y no para de dejarse puntos en el camino mientras equipos como Atleti o Real Sociedad se escapan en la clasificación. Sea cual sea el problema, Zidane y sus futbolistas deben de corregirlo ya. El fútbol, y menos esta temporada, no da tregua. Y al igual que estamos viendo peligrar la clasificación a octavos, podemos ver como se nos escapa la Liga antes de Navidad. Y el Madrid sabe a la perfección de qué va eso.
XI Real Madrid: Courtois, Lucas V., Nacho, Varane, Marcelo (Mendy, 69´), Casemiro, Kroos (Odegaard, 69´), Modric (Isco, 69´), Asensio (Vinícius, 63´), Hazard (Rodrygo, 28´) y Mariano.
POR: ANTONIO MATEOS
AM
