Crónica: PSG 4-0 Real Madrid
Una horrible primera parte nos condena a la eliminación.
Partido duro el que tocaba disputar esta noche en el MetLife Stadium de Nueva Jersey en las semis del Mundial de Clubes.
El rival, ni más ni menos que el actual campeón de Europa, un Paris Saint-Germain que sigue asustando a sus rivales aún en verano y goza de una superioridad increíble a estas alturas de la temporada (o post temporada, según se quiera entender).
El 11 de los muchachos de Xabi Alonso fue el siguiente: Courtois; Fran García, Rüdiger, Asencio, Valverde; Tchouaméni, Bellingham, Arda Güler; Vinícius, Mbappé, Gonzalo.
Salió cruz en la moneda demasiado pronto en el partido, ya que al minuto 6 ya ganaba el PSG. Un clamoroso error de Asencio en el área pequeña dejaba muerto el balón para la recuperación de Dembele, que se encontraba con los brazos de Courtois y su rechace era aprovechado por Fabián Ruiz para marcar su primer gol a puerta vacía.
No terminaron ahí los males, pues otro error de Rüdiger pegando al aire cuando estaba totalmente solo como último jugador propició que Dembelé recuperase y anotase a placer el segundo gol al minuto 9. Demasiado castigo, excesivos errores y mucha, mucha falta de concentración e intensidad.
A partir de ahí, el Madrid desapareció del partido y esto se explica con un dato muy claro: la posesión del PSG hasta el minuto 60 fue del 78% por apenas un 22% del Real Madrid. Y no, esta vez no fallaron los números ya que fue muy efectivo cada movimiento de balón, con 12 disparos a puerta en la primera mitad y 3 goles conseguidos.
Sí, habéis leído bien, 3 goles… Porque en esta espantosa primera mitad todavía quedaba más dolor. Minuto 24 de partido y Fabián anotaba el tercer gol, segundo en su cuenta particular tras una espectacular contra perfectamente llevada y gestionada entre Achraf y Dembelé. El ex del Madrid se apuntaba la asistencia y Fabián el gol.
La segunda parte imprimió algo de nervio al Madrid, que intentó llegar más veces arriba teniendo alguna ligera ocasión pero siempre jugando con más orgullo y vergüenza que con ideas realmente claras de fútbol. Ni siquiera los cambios apoyaron la idea peregrina de una posible remontada.
Llegaría el 4° en el minuto 88 tras otro despiste defensivo, esta vez entre Courtois y Militao a quienes les faltó contundencia para sacar la pelota y dejaron en bandeja el balón a Gonzalo Ramos para que rematara, aún más, el partido. Celebró el portugués dedicando el gol a Diogo Jota.
Mal recuerdo el de esta noche para el que fue el último partido de Luka Modric y Lucas Vázquez con la camiseta del Real Madrid, cosa que por cierto sigue doliendo mucho.
Pero dentro de toda la oscuridad, hay dos rayos de esperanza: volvió Carvajal a los terrenos de juego, Militao sigue sumando minutos y esto, a fin de cuentas, sigue siendo un torneo de verano que no puede dejarnos demasiadas conclusiones, más allá de las cosas a mejorar.
Hora de cerrar la aciaga 24/25 y mucho tiempo de mejora para la, esperemos, más positiva temporad 2025/2026.
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