Hoy nos visita el Valencia de Albert Celades, ex madridista. Con él vendrán jugadores que conocen la casa y el Alfredo Di Stefano como Parejo o Rodrigo y por mucho que se esforzará Toni Kroos con su gol olímpico en la Super Copa, cuando hablamos del Valencia a mi lo que me viene a la cabeza es esa galopada de Raúl Gonzalez Blanco por el césped de Parí con la octava copa de Europa en la cabeza.
Ya se que poco o nada tiene que ver aquel equipo que asombro al continente colándose en una final de Champions League con este Valencia actual, normalmente dando mas noticias por lo que pasa en la zona noble de Mestalla que por lo que se ve en el césped, pero uno es un nostálgico que se le va a hacer.
El partido de la primera vuelta en Mestalla nos trajo un arranque de heroicidad de esos que al madridista de bien nos inunda de recuerdos por muchos años y que al aficionado avinagrado le sirve para poder criticar una vez más al que le toque ese día. Perdíamos por un tanto a cero cuando en la última jugada del partido Courtois remató un córner que Benzema convertiría en el empate casi sobre la bocina rescatando un punto de la nada.
Ahora la historia ha cambiado nosotros esperamos en casa tras la plácida victoria ante el Éibar por tres goles a uno y los ches llegan tras empatar ante el Levante, ojo con los levantinos que le han rascado un empate a Valencia y Sevilla en 4 días. Una vez más jugaremos después del Barcelona con la presión añadida de estar a cinco puntos y la obligación de ganar para no descolgarnos y a esa presión horaria hay que sumarle la presión de volver a ver como rescatan al FC Barcelona, regalándole un penalti y con él, un final placido y sin sufrimiento. ¿Veremos algo similar en Madrid hoy? Yo apostaría que no.
Zidane se lleva (por llamarlo de alguna forma, porque van andando al campo) a los mismos veintitrés jugadores que concentró en el primer partido, conocedores de los cambios en las alineaciones del francés esperamos al menos 3 cambios, dos físicos y uno táctico. La inclusión de Fede Valverde en el centro del campo por Rodrygo y la de Mendy en el lateral por Marcelo, cambiando así el dibujo de un 433 a un 442. Pero como decimos siempre, a ver quien es el guapo que adivina o intuye a Zidane.
Primera final para los madridistas en esta extraña Liga, donde los ramos de flores en las gradas vacías nos recuerdan que hay que gargantas que se apagaron, corazones que se pararon, pero el negocio del fútbol debe continuar, le pese a quien le pese y aunque nos parezca una aberración, probablemente continúe con el público llenando esos asientos vacíos en menos de lo que imaginamos.