Boris Tisma: un talento innato y una apuesta segura
Jugador internacional sub-16 con Croacia con una clase asombrosa
El día 20 de febrero del año 2002 nació en Zagreb, capital de Croacia, un talento innato llamado Boris Tisma. Llegó al Real Madrid en el verano de 2015 y, desde entonces, se ha convertido en una de las referencias de la cantera. En la actualidad, el croata juega en el Cadete A del club y es uno de los jugadores con mayor futuro del baloncesto europeo.

Desde su Colegio Antun Mihanović (Zagreb) hasta Valdebebas (Madrid) hay muchos kilómetros y en el recorrido se quedan atrás la familia, los amigos y los hábitos diarios de un niño que primó su sueño por encima de todo. Miodrag y Danijela, sus padres, comprendieron que la ilusión de Boris era ser un jugador profesional de baloncesto y el Real Madrid le ofrecía las mejores condiciones para desarrollarse como deportista, aunque eso significara poner más de 1.700 kilómetros de distancia.
Antes de ese viaje, Tisma comenzó a jugar desde muy pronto en el KK Dubrava donde rápidamente empezó a entrenar con jugadores mayores a él, pues su calidad era evidente. Esto hizo que estuviera en un campus con el entonces conocido como Laboral Kutxa, pero no sería ese su destino final.
En 2015 llegó la llamada del Madrid y en julio estuvo una semana entrenando en la capital española para que los técnicos de la cantera determinaran si el jugador estaba preparado para vestir de blanco. Realmente lo desconozco, pero supongo que con solo botar el balón, Alberto Angulo ya sabía que había que firmarle. Tras aquellos días la decisión debió ser bastante fácil para el club: “Boris, nos vemos en septiembre”. Y así fue. Volvió a Croacia, jugó un torneo sub-14 en Eslovenia con su selección e hizo la maleta. Desde entonces, los madridistas somos los mayores fans de Tisma después de sus padres y su hermano Bojan.

Miodrag Tisma, recién llegados al club)
La adaptación a un país distinto y a un idioma diferente fue más fácil gracias a la cercanía de otros jugadores balcánicos del Real Madrid, entre ellos, Mario Nakic, jugador del equipo Júnior en la actualidad y Luka Doncic, quien le ha regalado incluso algún par de zapatillas, como el propio Tisma cuenta en la web tportal.hr. En esa misma entrevista realizada tras el primer año en La Fábrica, el croata también hace referencia a que aprendió rápidamente español, por lo que no fue una gran dificultad, y la necesidad que tenía de fortalecer su cuerpo, por lo que una parte de los entrenamientos eran dedicados a mejorar físicamente.
Mientras, a su edad, el resto de los chicos lo más importante que hacíamos era tomar la compleja decisión de comprar el Fifa o el PES, Boris Tisma se había independizado y su palmarés empezaba a ser más largo que la infancia de Heidi.
Entre los numerosos títulos podemos destacar la Minicopa y el Campeonato de España Infantil en 2016 o lo más reciente, el Campeonato de España con la Comunidad de Madrid en enero de 2018, sumando 22 puntos y 6 rebotes en la final, y el Torneo Szent István Basketball Cup en febrero de este mismo año, donde fue designado como uno de los integrantes del mejor quinteto. Además, el pasado verano acudió al Europeo sub-16 en Montenegro, siendo un año menor que el resto de compañeros.

Por último, antes de pasar a conocer a Tisma como jugador de baloncesto, hay que reseñar que el ranking de la distinguida web Eurohopes sobre los mejores jugadores europeos nacidos en el 2002 lo sitúa como el tercer mejor jugador de su generación.
En lo puramente baloncestístico, Boris Tisma es un alero de 2 metros de altura, pudiendo jugar de “4” si el equipo necesita jugar con un ala-pívot abierto o si los jugadores interiores del rival no son demasiado altos. En el momento de su llegada parecía evidente que sería un jugador exterior, pero en el tiempo que lleva en el Madrid ha crecido bastante, aunque sus casi 76 kilogramos de peso hacen que tenga alguna dificultad para defender a pívots en el poste bajo, por lo que la posición de alero es la que más se adapta a su físico, e incluso en varias ocasiones le hemos visto jugar como escolta.
Al disponer de una muy buena coordinación de su cuerpo, no tiene problema en defender a jugadores más pequeños en la categoría Cadete, pues es un jugador rápido con un buen desplazamiento lateral y utiliza a la perfección sus largos brazos para no permitir canastas fáciles. A su vez, esto hace que sea un alero capaz de ayudar a su equipo en la pelea del rebote defensivo y rápida salida hacia el campo contrario.
En ataque es un jugador superdotado y es en este lado de la cancha donde se ha ganado ser uno de los mejores jugadores de su generación. Todo lo que hace lo hace bien y es capaz de hacer de todo. Desde Croacia le comparan al tres veces campeón de la NBA con los Chicago Bulls de Jordan, Toni Kukoc, lo cual es arriesgado pero no extraño, puesto que ambos tienen una gran zurda y realizan un juego similar. A su vez, Tisma trata de aprender algunos movimientos de Kevin Durant, uno de sus jugadores preferidos.

No nos equivocaremos si decimos que Boris Tisma es especialista en anotar. En primer lugar es un gran tirador de 3, arma el tiro rápidamente y lanza desde muy arriba, lo que hace difícil el intento de taponar. También aprovecha su habilidad para penetrar, normalmente con su mano buena, marcando muy bien los pasos antes de finalizar la jugada y terminando con una bandeja, salvo que se percate de la llegada de un pívot dispuesto a taponar, entonces es capaz de parar su penetración a media distancia y tirar eficazmente desde 4 o 5 metros o tirar un “bomba” con cualquiera de sus manos.
Pero no solo se dedica a sumar puntos para su estadística personal, ya que, en absoluto, es un jugador individualista, más bien lo contrario. Siempre que tiene la ocasión de pasar a un compañero que está mejor posicionado lo hace con extrema calidad. Si vemos cualquiera de sus partidos tendremos la oportunidad de ver a un alero muy hábil a la hora de doblar el balón al pívot cuando le encierran en la zona o habilitar a uno de los exteriores en las esquinas. Además, le gusta llamar a sus compañeros más altos para jugar un pick and roll con ellos castigando siempre a la defensa rival, pues puede tirar si su defensor no le persigue, penetrar si no le flotan o pasar al pívot si se produce un cambio defensivo.
Por último, su juego sin balón también es muy bueno, aprovechando los espacios libres que encuentra en la defensa y haciendo daño desde el lado débil si recibe el balón, porque si a Tisma le das un metro te la enchufa de tres, por lo que su defensor tiene la obligación de estar siempre muy pegado a él, lo que permite abrir huecos en la zona para que sus compañeros puedan anotar desde cerca del aro.

Tal vez, todo aquel que lea estos párrafos y no haya visto jugar a Tisma piense que está edulcorado, que con 16 años un niño no puede ser tan bueno como dice el texto. El problema de esto es que Boris hace tiempo que dejó de jugar al baloncesto como un niño, él juega como un auténtico profesional, sabe lo que tiene que hacer en cada momento, es valiente para ser un líder ofensivo con el escudo del Madrid en el pecho y tiene una calidad inmensa.
Quien no le haya visto jugar, que lo haga. Aprovechen la ocasión y diríjanse a sus conocidos o a sus seguidores en redes sociales diciendo que Boris Tisma, un niño de 16 años del Real Madrid, un jugador cadete, va a ser una estrella de este deporte, jugará en el primer equipo blanco, será importante con su selección y muy probablemente viajará hasta Estados Unidos para continuar su carrera. Es el momento, háganlo, Boris Tisma no os va a fallar, es una apuesta segura.
TRAYECTORIA DE BORIS TISMA:
KK Dubrava (2013-2015)
Ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid
- Infantil A (2015-16)
- Cadete B (2016-17)
- Cadete A (2017-)
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