Vaya lunes este veintidós de julio y como se suele decir “y nos lo queríamos perder”. Llegamos al lunes tras una de las semanas más movidas que se recuerdan en los últimos tiempos dentro del seno madridista y eso que venimos de un año movidito.
Hemos pasado la semana entre imágenes de los entrenamientos, risas y buen ambiente en Canadá, algún rumor de nuevas incorporaciones incluso sustos como el de Brahim, lo típico de una pretemporada vamos. Se acercaba peligrosamente el fin de semana y con él, el primer partido de esta gira americana del equipo, el rival, el Bayern de Múnich, la hora, las dos de la mañana hora española.
El espectáculo de luz y colores comenzó una hora antes del encuentro cuando se supo la alineación, las redes sociales estallaron contra Zidane por según su propio criterio, no había hecho la revolución que prometió, que, por cierto, sé que me estoy haciendo mayor, pero yo no recuerdo a Zidane hablar de hacer una revolución en ningún momento, pero bueno serán cosas de la edad. En ese once que propuso el míster, la única novedad era Hazard, pues pese a que eran muchas las voces que llevan todo el verano criticando los fichajes porque “el único titular iba a ser Hazard” tampoco gustó…
El partido bien, una primera parte con los “veteranos” con sus manías del año anterior, dificultad para ver puerta y facilidad para enseñar la nuestra, pero bien en líneas generales. La segunda peor en conjunto, mucho fichaje nuevo y poca conexión, pero nos sirvió para conocer a Take como le gusta que le llamen y a Rodrygo, que por lo que parece van a tirar la puerta a cabezazos.
Pero como en todo buen espectáculo, la traca llega al final, Zidane anuncia en rueda de prensa que Bale ni se vistió porque el club estaba cerrando su traspaso. Sí, sí, así de tajante se mostró el míster. Unos dirán que Bale no lo merece, otros que se va un crack, algunos que por fin se va el “lisiado” y alguien añadirá que no son formas. Para mí la única verdad es como dice el refrán “Entre todos le matamos y él solito se murió”, saquen sus conclusiones.
Veremos el siguiente lunes cómo vino la semana, pero con dos partidos, uno de ellos un derbi, pinta interesante.