Ramos es el jugador con más amarillas en Champions, superando a Scholes
El capitán vió la cartulina en París en el minuto 77
Sergio Ramos es un jugador leyenda de la Champions League. A pesar de que al capitán del Real Madrid aún le quedan varios años al máximo nivel, el camero acumula bastantes récords en esta competición.
Europa es, sin lugar a dudas, territorio Ramos. Si bien en muchas ocasiones el central no parece estar plenamente concentrado en las competiciones domésticas, la cosa cambia cuando suena el himno de la Champions. Esto se transmite a sus compañeros, sin lugar a dudas es el gran líder del equipo por méritos propios. Muchos han sido los goles trascendentales que Sergio Ramos ha marcado para el Madrid, pero no solo en eso destaca.
El pasado martes en París, además de superar a un rival muy fuerte, Sergio volvió a España con un nuevo récord. En el minuto 32 de la segunda parte, Ramos, que disputaba un balón con Javier Pastore, cometió falta sobre el jugador argentino y el árbitro lo amonestó. No era una cartulina amarilla más, era la cartulina que le convierte en el jugador más amonestado de la historia de la Champions.
Hasta el pasado día seis, este registro lo tenía Paul Scholes, un gran jugador del Manchester United ya retirado. El futbolista británico vió 36 cartulinas amarillas (en 124 encuentros), mientras que el camero acumula un total de 37 (en 110 partidos) . Hay que decir que Ramos es, también, uno de los jugadores que más partidos ha disputado en esta competición. No en vano lleva once temporadas en el equipo más laureado de la competición.
Sergio ostenta, a día de hoy, dos récords algo negativos como son el ya mencionado de las amonestaciones en liga y el de jugador más expulsado de la historia de la Liga, donde lidera la tabla desde el pasado dos de diciembre con su expulsión en San Mamés. Ha visto 19 rojas en la máxima categoría y supera a Alfaro y Xavi Aguado.
Todo esto no es motivo para pensar que no estamos ante un central de leyenda y que difícilmente se repita pues, para muchos, estamos hablando del mejor central de la historia del fútbol. O, por lo menos, del más decisivo que ha habido nunca.
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