Balsamo Olímpico
El Madrid se plantó en el Olímpico de Roma con las urgencias de haber perdido en Ipurua por 3-0 y con ganas de mejorar la imagen, y lo cierto es que la tarde empezó bien con la victoria del Plzen sobre el CSKA, que tranquilizó un poco los ánimos para los blancos.
Y eso se notó en el campo, ya que la primera parte del Real Madrid no fue para nada buena, viéndose presionado por la Roma en su campo y sin ninguna capacidad para sacar el balón desde atrás ni generar peligro. Solo unos disparos lejanos de Modric y de Kroos que detuvo con las piernas Olsen, el resto de la primera parte fue dominio de la Roma, que tuvo ocasiones para ponerse por delante con un disparo de Schick que atrapó Courtois y otra de Ünder que falló increíblemente a puerta vacía.
La segunda parte del Madrid fue mucho mejor, y más tras encontrarse con un fallo clamoroso de Fazio que le regaló el 0-1 a Bale.
Con el 0-1 la Roma se echó mucho más para adelante; y con la defensa mucho más adelantada, el Real Madrid tuvo espacios para hacer contragolpes y se sintió más cómodo. Fruto de esa comodidad y de esos contragolpes llegó la jugada del 0-2 en una contra que culminó con un gran centro de Bale y un gran remate a puerta vacía de Lucas Vázquez tras asistencia de Benzema puso la sentencia del partido.
El resto del partido no tuvo mucho más historia: una Roma muy echada para adelante para intentar remontar y un Real Madrid que estuvo muy falóon en los contragolpes que pudieron significar una goleada más abultada para los blancos.
Por tanto victoria balsámica del Real Madrid que certifica el pase a octavos de la Champions como primeros de grupo a falta de la última jornada ante el CSKA en el BernabéuM y que vuelve a dar un soplo de aire.
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