Tras el empate a un gol a domicilio del Real Madrid en la cuarta jornada de LaLiga ante el Athletic en San Mamés, analizamos al mejor y peor jugador del equipo blanco del partido.
La cara: Casemiro. Salió en la segunda parte y lavó la cara al Real Madrid. Fue el mejor en la segunda parte, defendió, distribuyó y mostró un gran abanico ofensivo en los 45 minutos que estuvo en el terreno de juego, donde se incorporó en varias ocasiones al área rival con muchísimo peligro. Además liberó a Kroos y Modric y ambos pudieron desempeñar mejor su función. Tras su entrada Raúl García dejó de ocasionar peligro.
La cruz: Varane. Se le notó desconcentrado y desatinado. Dio sensación de que perdía todos sus duelos con Iñaki Williams; y además falló muchos pases en la salida de balón y esto comprometía al Real Madrid en múltiples ocasiones. Pudo comprometer el resultado del partido en la última jugada con una perdida de balón en una zona peligrosa que posteriormente salvaría Courtois.
