De los señalados en el Real Madrid en esta desastrosa temporada, que son prácticamente todos, uno de los que sale peor parado es Asensio. Tras la marcha de Cristiano y con un par de temporadas ya perteneciendo a la disciplina blanca, se esperaba que el mallorquín, que ha demostrado de sobra la calidad que tiene, fuera uno de los que diera un paso adelante y rompiera por fin en ese potencial Balón de Oro que presumíamos tener.
Asensio empezó la temporada como titular y gozando de la confianza de Lopetegui, pero salvo algún momento puntual, no terminó nunca de estar al nivel que se esperaba. Con el paso de los meses, la llegada de Solari y la irrupción de Vinícius, Marco acabó perdiendo protagonismo y relegado a un segundo plano de nuevo. Cada vez que salía a jugar se le veía descentrado y perdido, tanto en juego como mentalmente. La vuelta de Zidane tampoco ha hecho que el jugador se reactive, y cuando el francés le ha dado la oportunidad, hemos seguido viendo al mismo Asensio decepcionante de todo el año.
Aún así, su juventud, la calidad que ha demostrado tener y el inicio la próxima temporada de un nuevo proyecto en el que, suponemos, todos empezarán con la cabeza limpia y las ganas totalmente renovadas, le hacen merecedor, en mi opinión, de una nueva oportunidad, la cual, si no aprovecha, acabará seguramente siendo la última con la camiseta blanca.
