Martes a las siete menos cinco de la tarde, una hora extraña para el futbol, pero en esto de la pelota los que mandan son los de las cámaras que son los que ponen el dinero, pero como cada vez que suena el himno de la Champions en el templo del futbol europeo, el mundo se parara y se detendrán millones de miradas en el Santiago Bernabeu.
Y como pasó en el condado de Massachusetts entre 1692 y 1693 se espera una caza de brujas pero lo que seguro tendremos, será un juicio, un juicio a Zidane al que da igual a quien convoque porque cada una de sus listas es revisada con lupa y estúpidamente criticada. Se pedía un entrenador con plenos poderes y que tomara decisiones, pero claro, las decisiones que a mi me gustan.
Porque al igual que en aquellos procesos judiciales, donde se pone de manifiesto los peligros del extremismo religioso, hoy es un buen día para poner en tela de juicio, los peligros de la exigencia mal entendida que se extiende por nuestra afición. Una exigencia que cuando el equipo es un equipo vertical y golea, recrimina airadamente que no se reciban goles y cuando Zidane consigue parar la sangría de goles recibidos, el problema está en que no le metemos gol a nadie. Si Zidane convoca a todos los disponibles, es que no rotamos y si como en esta ocasión da descanso, es que deja fuera a los mejores…
Sea como fuere, el francés tras la batalla del Wanda, ha dejado fuera de la convocatoria a Bale y a James y recupera a Isco y a Marcelo. El centro del campo se recupera tras una semana en la que ver solo tres centrocampistas concentrados se había convertido en un habitual. Parece que hoy puede ser un gran día para probar ese 442 que el técnico quiso ver durante la pretemporada y no pudo por las lesiones. Por lo que el equipo puede formar con Courtois, Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Valverde,Modric,Kroos, Hazard, Jovic y Benzema.
Esperemos que al igual que pasó con las brujas, también cese la caza al entrenador del Real Madrid, en una noche que parece perfecta para ello.