Partido loco, con dos equipos jugando a meter más puntos que el rival. Posesiones cortas. El entrenador de Armani Milán ha debido de encontrarse muy incómodo. El Real Madrid ha reservado a Petr Cornelie, Alberto Abalde y Fabien Causeur, estrategia que Chus Mateo realiza cada vez con más frecuencia. Hay que esperar a final de temporada para valorarla. Perdió la anotación, pero ganó la posesión. Es la radiografía de un partido en el que Messina no pudo imponer su juego.

No se puede hablar de equipo reconocible, porque el Real Madrid defendió mal el triple y no lo hizo bien en el juego interior. Además, concedió muchos tiros libres. En ataque, falló desde el tiro de tres, pero dominó el juego cerca del aro con excelentes porcentajes y dispuso de un número alto de lanzamientos desde el 4,60.

Controló muy bien las pérdidas, que es uno de sus puntos débiles habituales, y ganó el rebote. Estuvo especialmente bien reboteando en ataque.

Pero veamos los números.

Análisis de la anotación

El Real Madrid ganó el partido gracias a que puso más intensidad en  atacar el rebote y en controlar las pérdidas. Finalizó 7,5 posesiones más que su rival, que se convirtieron en 9 puntos de diferencia. Atacó con alta eficiencia: 1,1667 puntos por posesión finalizada, pero defendió muy mal, pues Armani milán logró 1,2340 puntos por posesión finalizada. Los ataques pudieron a las defensas. Armani consiguió 0,0674 puntos más por posesión finalizada, lo que se tradujeron en 5 puntos de diferencia a su favor.

Análisis de la posesión

El partido se jugó con posesiones cortas, para ser Euroleague: 87/82,5, Messina no pudo imponer su juego, en este aspecto. El Real Madrid dispuso de 4,5 posesiones más, y la causa principal fueron los 4 rebotes en ataque que consiguió a mayores que su rival. El conjunto blanco perdió 9 balones (el 10,34% de las posesiones totales) y los milaneses 12 (el 14,55%).

Análisis del rebote

El peor porcentaje de acierto del Real Madrid se tradujo en más rebotes en el aro milanés: 30 en el aro blanco por 34 en el italiano. Vamos a analizar la situación utilizando el gráfico de porcentajes.

Ninguno de los dos equipos cerró bien el rebote defensivo. El Real Madrid capturó el 70,00% de los rebotes en su aro, mientras que Armani Milán se quedo en el 61,76%. Otro aspecto en el que Messina no pudo imponer su juego.

Si analizamos el rebote ofensivo, vemos que el Real Madrid estuvo excelente y capturó el 38,24% de los rebotes en el aro contrario, mientras que el equipo milanés capturó el 30,00%. Estuvo bien, pero no llegó a la altura de los blancos.

El Tiro

El partido ha sido malo en defensa por parte de ambos equipos. Particularmente malo el ofrecido por el Real Madrid, ya que ninguno de sus ratios de puntos por posesión es aceptable. además, concedió un número alto de tiros libres. No encontramos un equipo reconocible, particularmente por la mala defensa del juego interior y las muchas faltas de tiro cometidas. Encajó, como siempre, triples con un porcentaje de eficacia del rival muy elevado. Ahí tiene un problema.

En ataque, sin embargo, estuvo muy acertado cerca del aro, con alta eficiencia en el tiro desde dentro del 6,75 y provocando muchas personales con lanzamientos libres. Su acierto desde más allá del 6,75 fue malo.

En cualquier caso, los ataques pudieron con las defensas. Messina no pudo imponer su juego, que consiste específicamente en lo contrario.

El tiro libre

Ambos equipos provocaron muchos tiros libres, aunque el Real Madrid consiguió más que su rival. Los dos equipos tuvieron una alta eficacia. El conjunto blanco dispuso de 16 posesiones (el 20,51% de las finalizadas), anotó 26 lanzamientos con el 81,25% de acierto, que equivale a 1,6250 puntos por posesión. Armani Milán contó con 11,5 (el 16,31% de las finalizadas), anotó 19 tiros, con el 82,61% de acierto, 1,6522 puntos por posesión.

El tiro de campo

Armani Milán superó ampliamente al Real Madrid en su eficiencia en el tiro de campo. Los jugadores del conjunto madrileños lanzaron  79,49% de sus posesiones finalizadas y obtuvieron un correcto 1,0484 Puntos por lanzamiento. Los del equipo italiano lanzaron el 83,69% de sus posesiones finalizadas y obtuvieron un excelente 1,1525 puntos por lanzamieno. El Real Madrid naufragó en defensa y concedió a Armani 0,1042 puntos más por lanzamiento, lo que ha supuesto 6 puntos de diferencia.

Ambos equipos concentraron su ataque por dentro del 6,75, lo que favoreció más al Real Madrid que a Armani. El equipo blanco se jugó el 59,68% de sus tiros de campo y obtuvo un excelente 1,1892 puntos por lanzamiento (59,46% de eficacia). Milano lo hizo en el 67,8% de sus tiros de campo, no fue una buena decisión, atendiendo a los puntos por lanzamiento de 2 y de 3 que consiguió. Sin embargo, sus puntos por lanzamiento en el tiro de 2 se tradujeron en un buen 1,1000 puntos por tiro (55% de eficacia). Este aspecto resulta sorprendente, dado que el equipo suele defender bastante bien esta faceta del juego.

El conjunto blanco naufragó en el tiro de tres puntos, lo que pudo costarle el partido. Se jugó el 40,32% de sus tiros de campo y obtuvo 0,8400 puntos por lanzamiento (28% de eficacia). Por su parte, el equipo italiano se limitó a jugarse el 32,2% de sus tiros de campo y logró 1,2632 puntos por lanzamiento  (42,11% de eficacia). En conclusión, el equipo blanco atacó mal y defendió peor este aspecto del juego.

Conclusiones

El Real Madrid de Chus Mateo obligó al Armani Milán a jugar donde no estaba cómodo: posesiones cortas y ataques superando a las defensas. Messina no pudo imponer su juego. Aun así, no consiguió asegurar la victoria hasta los minutos finales. La consiguió gracias a su control del rebote y a limitar las pérdidas, así como a su gran fortaleza en ataque: la potencia en el juego interior.

Pero Chus no puede estar contento. Si bien ha corregido algunos defectos, se ha defendido realmente mal, pero no sólo el tiro de 3 (como habitualmente), sino, lo que es más raro, el juego interior, amén de conceder demasiados tiros libres.

Por otra parte, la lotería del triple ha salido cruz hoy. El equipo blanco ha estado muy fallón. Sin embargo, el aspecto más positivo es que parece haber aprendido a jugar los finales de partido igualados.