Partido que podría haber significado el todo o nada, pero que tras la derrota en la prórroga de Olimpiacos, nos condenaba a ser quintos y no tener ninguna opción de tener el factor cancha a favor.
Fabien Causeur: el francés, que venía de ser el héroe en Málaga, tan solo anotó cinco puntos y capturó dos rebotes, eso sí, tan solo jugó quince minutos.
Chasson Randle: partido de oportunidad para el base, que con la baja de Campazzo y la posición decidida, disputó diecinueve minutos en los que aportó cuatro puntos, tres rebotes y cuatro asistencias.
Anthony Randolph: por fin parece que el crack ve la luz al final del túnel. Partidazo con mayúsculas para ser nombrado MVP. Veintitrés puntos, sin fallo desde el triple con cuatro de cuatro, cinco rebotes y cuatro asistencias.
Rudy Fernández: parece que el mallorquín vuelve por sus fueros tras unos partidos más flojos en la anotación. Consiguió diez puntos y seis asistencias en veintiún minutos de juego.
Luka Doncic: doce puntos y cuatro asistencias para Luka en veintiún minutos, que le llevaron hasta los nueve de valoración.
Felipe Reyes: el capitán, en su línea. Da igual la importancia del choque que él siempre rinde, ocho puntos y seis rebotes para él.
Gustavo Ayón: gran partido del Titán, que con catorce puntos y ocho rebotes fue un baluarte en el ataque blanco.
Santi Yusta: pocos minutos para el canterano, que apenas disputó cinco minutos en los que anotó tres puntos y capturó un rebote.
Jaycee Carroll: buen partido de nuestro francotirador, que se fue hasta los diecinueve puntos con buenos porcentajes en veinticinco minutos.
Trey Thompkins: partido de descanso para el americano, que tan solo jugó ocho minutos, anotó dos puntos y capturó dos rebotes.
Jeffery Taylor: el jugador sueco, en su línea, creando problemas desde la esquina y poniendo un punto más de intensidad en defensa. Seis puntos y dos asistencias en diecinueve minutos en cancha.
Tras el varapalo de perder el factor cancha, queda recuperar al cien por cien a los lesionados Campazzo y Tavares (sin contar a Llull) para afrontar una eliminatoria que se prevé como una guerra en Grecia, ya que la competición casera parece de sobra encarrilada.