En pleno corazón de Málaga, el José María Martín Carpena se viste de gala para albergar un duelo que puede marcar el final de la ilusión local: Unicaja, con la serie en contra (0‑2), se agarra a la “magia del Carpena” y a un aforo agotado para intentar una remontada histórica, algo inédito en una semifinal ACB, frente a un Real Madrid en estado de gracia . Los de Chus Mateo llegan al sur con la eliminatoria al alcance de su mano. Liderados por un Facundo Campazzo en plena forma y acompañados por figuras como Hezonja, Llull y Feliz, suman dos victorias convincentes (99‑81 y 90‑75) en casa .
El primer cuarto no empezó como terminaron los dos últimos partidos precisamente, un Madrid dormido no dio con la tecla para penetrar la defensa de Unicaja ni fueron capaces de parar a estos en defensa. El único entonado en este primer cuarto, con más de la mitad de los puntos del equipo fue Mario, con 8. Al final de los primeros diez minutos el resultado reflejaba un duro 23-13.
En el segundo cuarto las cosas mejoraron un poco, pese a seguir por detrás en el marcador, el equipo parecía jugar más fluido, con unos buenos porcentajes en general aunque a bastante distancia del juego mostrado estos últimos meses. Perdíamos este cuarto de cuatro puntos y llegamos al descanso con una desventaja de 14 puntos.
Tras el descanso la mejoría fue notoria, el Madrid sacó a relucir un juego mucho más atractivo y rápido para intentar equilibrar las cosas en este tercer choque de semifinales. Mario y Facu estuvieron a gran nivel y pese al buen nivel colectivo no fuimos capaces de parar a Tyson Cárter, quien anotó 11 puntos en este periodo. Llegamos al último cuarto con diez puntos de desventaja y con mucho que mejorar si queríamos llegar a la final por la vía rápida.
El último cuarto fue con diferencia el mejor cuarto del Madrid en el partido, un gran juego coral y sobre todo una gran defensa nos permitió llegar a un final apretado. Solo Perry y Osetkowsky nos hicieron daño este periodo y dejamos a Unicaja anotando tan solo 16 puntos en diez minutos. El final de partido fue muy rocambolesco y dos tiros libres de Alberto Díaz dieron la victoria a Unicaja, mucho que mejorar en estos finales apretados….
Con Valencia ya esperando en la gran final, la serie se pone 2-1, no hay que perder los papeles, ni hace tres días éramos tan buenos, ni ahora tan malos, toca levantarse y el martes tenemos otra oportunidad de clasificarnos a la final.
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