Zaragoza, a refrendar en la Copa su gran año en ACB
El último partido de cuartos de final de la Copa del Rey enfrentará al anfitrión, Unicaja, frente al equipo revelación de la temporada, Casademont Zaragoza, que se presenta en la ciudad andaluza como uno de los posibles aspirantes, viendo su parte del cuadro y el gran juego que está desplegando en la Liga Endesa. Este partido se disputa el viernes 14 de febrero a las 21:30 horas.
Para encontrar el anterior enfrentamiento entre estos equipos nos tendríamos que remontar al pasado 21 de diciembre, donde, en el mismo escenario en el que se disputará la Copa, Los zaragozanos vencieron por 75-81, con un gran partido de Barreiro y de Ennis. En la competición domestica, los anfitriones coperos marchan 8º, mientras que Zaragoza se sitúa 3º, habiendo incluso compartido liderato con Real Madrid y Barcelona.
Unicaja de Málaga
En un año muy irregular de los malagueños en la competición domestica, los de Casimiro buscarán que su papel de anfitrión del torneo les sirva para superar el duro escollo que les ha tocado en suertes en el sorteo. Y es que siendo locales en Copa del Rey, Unicaja jamás ha pisado las semifinales del torneo.
Alberto Díaz y Jaime Fernández a los mandos del equipo, Adams y Thompson en la anotación y la última incorporación del equipo, Brizuela, serán los hombres a seguir y que deben liderar a los verdes si quieren, por fin, alcanzar las cotas más altas de esta competición.
Casademont Zaragoza
El buen ojo en los despachos del club, acertando en los fichajes de los jugadores importantes y la buena mano de Porfirio Fisac desde el banquillo, ha hecho que el proyecto del Basket Zaragoza se asiente en la parte alta de la tabla y sea uno de los posibles favoritos para alzarse con el preciado trofeo de campeón. También es cierto que las bajas de Justiz y Seibutis, operados y sin posibilidad de volver hasta la próxima temporada, han mermado en el último mes ligeramente las posibilidades del equipo.
La explosión de Alocén en lo que va de temporada debe mantenerse en esta copa, y acompañado del trabajo incansable de Barreiro y la aportación ofensiva de Ennis y Seeley, deberían bastar para confirmar a Zaragoza no ya como una sorpresa sino como una realidad.
