Como siempre la Copa del Rey de baloncesto es el torneo de las sorpresas y la competición más bonita del baloncesto. En 4 días se juegan 7 finales.
En esta edición, los dos grandes favoritos sufrieron hasta el último segundo y el Barcelona perdió ante nuestro rival de mañana, y los dos partidos del viernes, más igualados a priori, se han resuelto con una diferencia notable en el marcador.
Unicaja es un equipo rocoso con jugadores experimentados.
Dylan Osetkowski, jugador que conocemos gracias a nuestro compañero Carlos Mejías, está haciendo una buena temporada en Málaga, 10 puntos y 4 rebotes para 10,3 de valoración, números muy similares a los que hizo en cuartos ante el Barcelona.
Tyler Kalinoski demostró su peligro desde el perímetro con su 45% de efectividad desde el 6,75 y anotó 12 puntos, superando su media de 9 por partido.
Darío Brizuela hizo uno de esos partidos en los que parece que entra en trance y por el que le pusieron el sobrenombre de la mamba vasca, en comparación con los momentos de excelencia de Kobe Bryant. 27 puntos además en un momento personal muy delicado (desde Eterno Campeón le mandamos todo el ánimo y la fuerza del mundo).
Alberto Díaz sigue siendo el alma y el corazón del equipo. Jugador imprescindible en cualquier equipo a pesar de su -2 de valoración en cuartos, Unicaja no hubiese llegado siquiera a la prórroga sin su presencia.
Will Thomas aporta la experiencia de un jugador con cientos de batallas europeas, y los 5 puntos que logró, los anotó en un momento fundamental del partido, en ese momento en el que otros se esconden (prefiero mil veces esos 5 puntos que los más de 20 de mirotic en partidos decididos)
Kendrick Perry fue el otro pilar en el que se fundamentaron los malagueños junto a Brizuela. 22 puntos e imparable en las penetraciones, dobló su media de puntos en ACB.
Nihad Djedovic es el jugador silencioso que hace numeros de jugador destacado pero pasando desapercibido durante el partido 9,2 puntos de media, más de 3 rebotes y 9,4 de valoración.
Ante la baja de Yankuba Sima han dado de alta a Mario Saint-Supery, aunque es difícil que disponga de minutos
