Vuelve el baloncesto de equipos y lo hace igual que terminó la temporada pasada. Con “LA FINALISIMA” como bien dijo la ACB en su tweet de presentación, con un Madrid-Barca.
Eso sí, jugamos contra un Barca que nada tiene que ver con el que nos ganó la final de la ACB, debido fundamentalmente al recorte que ha sufrido la sección… (nótese la ironía). Ya que se ha deshecho de sus dos principales estrellas como eran Mirotic y Higgins teniéndolos que finiquitar los años de contrato que les quedaban, esto es pagándoles lo mismo que si estuvieran jugando, y además ha pagado la cláusula de rescisión de dos jugadores aparte de sus contratos, a mí que me expliquen el recorte…
También rescindieron al entrenador, Jasikevicius, a Kyle Kuric, que se ha ido al Zenit San Petesburgo,a Sanli que se ha ido a Fenerbahce y a Mike Tobey.
A cambio han pagado la cláusula de rescisión de 1 millón de euros de Joel Parra al Joventut, la de Darío Brizuela de 800.000 al Unicaja y se han hecho con Willy Hernangómez con un contrato ascendente de varios años que no podrán pagar los últimos años. También han incorporado a Jabari Parker, un número 2 del draft que no volvió a ser el jugador que deslumbraba después de romperse el cruzado.
Continúan la tripleta de bases internacionales, Jokubaitis, Satoransky y Laprovittola, Abrines, Da Silva, Vesely y un Nnaji que este año contará con muchos más minutos.
En el banquillo estará Roger Grimau, ex jugadpr y capitán durante muchos años, acompañado por un Victor Sada que poco o nada tiene que enseñar a nadie de baloncesto
