Goleada del Madrid en Francia que, sin embargo, no otorga el pase directo a octavos.
Última jornada Champions League y clave en el devenir de nuchos equipos que se jugaban la última baza para entrar al top-8 y así evitarse ese play-in de dieciseisavos de final. Fue una jornada histórica en la competición, puesto que era la primera vez que existía una jornada unificada con todos los partidos celebrándose simultáneamente.
Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial en un Madrid que necesitaba muchos goles en el día de hoy: Courtois; Mendy, Rüdiger, Tchouaméni, Lucas; Valverde, Modric; Rodrygo, Bellingham, Brahim; Mbappé.
Fue un partido accidentado en todo, hasta en su inicio, pues una quema de bengalas en la grada retrasó el comienzo del encuentro hasta 5 minutos más tarde que el resto de equipos. Una vez en juego, fue el Brest quien avisaría del peligro que podrían crear con una falta dirigida a la escuadra que Courtois repelió a corner con una mano sensacional.
Tal fue el buen inicio del conjunto local que hasta la grada coreaba con olés el juego del equipo, en parte también burlándose de manera socarrona y sabedores de que fuera cual fuera el resultado su equipo ya estaba clasificado, al menos para dos partidos de playoff más.
Quien también parecía sentirse excesivamente relajado era el Real Madrid que, pese a su necesidad de goles y la pequeña esperanza de carambola, no logró abrir la lata hasta el minuto 27, cuando una buena jugada personal de Rodrygo deshaciéndose de dos defensas terminaba en disparo del brasileño al fondo de las mallas. Poco pudo hacer el meta rival Bizot para evitar el 0-1.
Se llegó al descanso con resultado momentáneamente corto y que pudo ser peor si, antes de finalizar la primera parte, Baldé o Magnetti hubieran aprovechado dos buenísimas oportunidades, la segunda incluso contó con una genial intervención de Courtois que sacó una parada prodigiosa a un balón lejano que se envenenaba.
Comenzó la segunda parte con más veneno en la sangre y todos empezaban a enchufarse más. Rodrygo fue el primero en morder, aunque su intento fue repelido por una gran mano de Bizot y, el rechace, fallado estrepitosamente entre Bellingham y Brahim que prefirieron pasarse en lugar de remachar a puerta.
Pudo empatar el Brest con gol de Ajorque en el minuto 51. El delantero, causante de mucho peligro a la defensa blanca, recibió un balón en la frontal, se giró con calidad y lanzó un disparo cruzado ante el que Courtois pudo haber hecho más. Afortunadamente para los intereses blancos, el gol sería anulado por el VAR al detectar fuera de juego del delantero local.
Caería el segundo del Madrid 5 minutos después tras una bonita jugada de combinación. Mbappé dejaba pasar el balón en la salida, avanzaría Jude con el balón combinando con Brahim, que encontraba a Lucas en profundidad para que el gallego, con un pase atrás, encontrase de nuevo a Bellingham que marcaba a placer.
Llegados a este punto, la victoria estaba clara y ahora solo quedaba comerse la cabeza pensando cuántos goles faltaban para estar entre los 8 primeros y quién sería nuestro rival. Creedme si os digo que el dolor de cabeza persiste media hora después del partido de tanto trazar cábalas.
Anotaría el tercero el Real Madrid al minuto 78. Una gran internada de Mbappé en el área usando el exterior para deshacerse del defensa rival finalizaría en disparo del francés que repelía Bizot despejando al medio, donde Rodrygo encontraba el balón suelto y empujaba a puerta para hacer el gol. 0-3… y aún así se nos hacía muy corto.
El tramo final de partido estuvo marcado por las diversas llegadas del Madrid que intentaba, sin mucha suerte, aumentar el resultado para evitar rivales más complicados. Pero no hubo tiempo para más y, si algo nos quedaba claro, es que nuestro rival en el playoff será el Manchester City o el Celtic de Glasgow, mientras que el Stade Brestois se medirá a Psg o Benfica.
Veremos qué nos deparan los dos próximo encuentros pero recordad, el Madrid está ahí y eso siempre es motivo de ilusión y esperanza en cualquier competición.
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