El Real Madrid certificó su clasificación a la final de la Liga Endesa asaltando el Buesa Arena para pasar de ronda por la vía rápida. A pesar de los problemas de bajas en el puesto de base y con la salud de Pablo Laso en mente, el conjunto blanco supo mantenerse por delante en el marcador y estirar la ventaja cuando fue necesario. El Madrid, además, se asegura más descanso que su rival por el título, ya sea Barça o Joventut, pues la otra serie no está terminada todavía.
El encuentro empezó marcado por el reciente infarto de Pablo Laso, ausente en el banquillo hoy visitante, quien fue homenajeado en su ciudad natal por todo el pabellón. El Real Madrid estrenó un marcador con un triple de Causeur, a lo que respondió Baskonia con cinco puntos consecutivos de Alec Peters. Sin embargo, a continuación Tavares y el acierto en el triple abrieron las primeras ventajas para los blancos. Hanga y Causeur encontraron el aro muy abierto cuando tiraban desde más allá de la línea del 6’75, como también lo hizo Rudy Fernández. La peor noticia del primer cuarto, no obstante, fue que el balear se retiró lesionado entre claros gestos de dolor. Aun así, los primeros diez minutos terminaron con 14-25 para el Real Madrid.
El segundo período arrancó con mejores sensaciones para el conjunto blanco, porque los problemas de Rudy resultaron no ser tan graves y pudo regresar a la pista. Baldwin y Fontecchio intentaban tirar del carro baskonista, aunque con muchas dificultades para anotar en juego. En cambio, el Real Madrid estaba muy fino en el triple y muy serio en defensa, si bien en peores números sin Tavares en pista. Baskonia llegó a reducir la diferencia a solo tres puntos (32-35), pero el caboverdiano regresó a la cancha tras un tiempo muerto de Chus Mateo y la distancia volvió a aumentar. Por parte local, Baldwin seguía haciendo la guerra por su cuenta, con una actuación notable y manteniendo a su equipo en el partido. Suya fue la canasta con la que se cerró la primera mitad, con 36-41 en el marcador.
La tónica del tercer cuarto fue muy parecida a la del segundo. El Real Madrid mantenía un buen nivel coral, con Hanga y Causeur cumplidores y un Tavares siempre diferencial bajo los dos aros. En Baskonia, solo Wade Baldwin aportaba puntos de manera regular, lo cual reducía mucho las posibilidades ofensivas locales. Hanga llevó la ventaja del Madrid a la máxima del partido, +13, con el 42-55. Además, antes de que terminara el tercer cuarto, Tavares entró en números de doble-doble, con más de 30 créditos de valoración. Después del encuentro, Spahija señalaría concretamente al caboverdiano como factor diferencial de toda la serie. La diferencia siguió aumentando favorablemente para los hoy dirigidos por Chus Mateo, sobre el que Laso podrá tener pocas quejas. Los últimos diez minutos llegaron con 53-66.
La cercanía del final recordó a Baskonia que, en caso de perder, este sería el último partido de la temporada, con lo que más jugadores se enchufaron. Aprovechando la ausencia de Tavares, Granger, Costello y Baldwin completaron un buen parcial para Baskonia que puso a los vitorianos a solo 5 puntos (64-69). Después de esa reacción inicial, no obstante, el Real Madrid volvió a ponerse el mono de trabajo. Deck y Hanga decidieron que ya habían tenido suficiente susto y recuperaron la importante ventaja de los blancos. Así, los últimos minutos tuvieron poca historia. La tensión escaló según se acercaba el final por un tiempo muerto de Chus Mateo que el Baskonia no entendió, pero la diferencia en el marcador impidió que la cosa pasara a mayores. El resultado final, a pesar de todo, se quedó en un claro 77-85.
El Real Madrid, de este modo, pudo dedicarle la victoria a Pablo Laso, ya fuera del hospital y en principio en buen estado. Ahora, los blancos tendrán que esperar a la resolución de la semifinal entre Barça y Joventut para saber cuándo volverán a jugar. Las fechas que se barajan son dos: si la serie termina en cuatro partidos, el 13 de junio a las 21:00 horas; si termina en 5, el 15 a la misma hora.
@_albacg
