Crónica| CSKA 83-92 Real Madrid
Sin duda hubo que sudar, pero al final consiguió el Real Madrid ganar a CSKA de Moscú por 83-92 en las semifinales de la Euroliga. Los de Laso hicieron un mal primer cuarto, permitiendo demasiados ataques rusos, pero se rehicieron nada más salir en el segundo. Durante la segunda parte, el Madrid mejoró en defensa y a partir de ahí construyó su ataque, sin dar opciones a su rival. Ahora espera Fenerbahce en la final.
Este tipo de partidos no necesitan presentación. Menos aún si enfrentan a dos equipos que tantas veces se han visto las caras en Europa. Desde el primer segundo, los encontronazos entre jugadores se convirtieron en sucesos habituales. Campazzo, tras varias semanas lejos del parqué, tenía como objetivo principal desesperar a Sergio Rodríguez, que pronto se encontró rodeado por el omnipresente argentino. Así, el ataque ruso recayó sobre Cory Higgins, autor de los primeros 6 puntos, superando con solvencia a Taylor. Al Madrid le costó arrancar en ataque, incurriendo con frecuencia en decisiones ofensivas precipitadas. Tuvo que ser Doncic, muy valiente en sus internadas en la zona, quien hiciera magia para inspirar a sus compañeros. No fue suficiente, pues la zona era por completo territorio moscovita, incluso tras la entrada de Tavares. Con estas circunstancias y una superioridad abismal del CSKA en el rebote era sencillo explicar el 30-20 definitivo.
Hasta ahí estaban dispuestos a ceder los de Laso. Visto que la estrategia del primer cuarto no funcionaba, en el segundo decidieron abrir el campo con Thompkins y Llull a los mandos. Fue una decisión fantástica: así lo recogió el parcial de 4-17 de salida, cinco triples incluidos. Para cuando Itoudis pudo poner freno a esta dinámica de los blancos, el equipo merengue estaba tres puntos por encima. Aun así, el Madrid ya no pudo volver a la efectividad anotadora de los primeros minutos. Por otro lado, en defensa seguía faltando intensidad, y CSKA encontraba todavía tiros fáciles que no perdonaba. Se estabilizó el marcador cuando se ajustaron un poco las defensas, aumentando la intensidad por momentos. La igualdad absoluta propiciaba que la tensión escalase más aún, incluso cuando parecía que era imposible. A fin de cuentas, esto es la Final Four. Así, llegamos al descanso con 46-47.
En realidad, nadie habría previsto un guión distinto para este partido. En el tercer cuarto, de nuevo, fueron los moscovitas los que salieron más enchufados. Sin mucha influencia en el electrónico, no obstante: la aparición de Taylor y Reyes mejoró el rendimiento atrás del Madrid. De pronto, el Chacho se encontraba siempre sitiado por el sueco, De Colo no acertaba en el tiro y los de Laso dominaban la zona con autoridad. El equipo blanco logró incluso igualar el rebote, principal debilidad en la primera parte. El CSKA, para sorpresa de muchos, no parecía ni la sombra de lo que había sido. Los rusos estaban completamente estancados en el aspecto ofensivo, sin ideas. El Real Madrid llegó a estar nueve puntos por encima tras la sequía anotadora de su rival. Sin embargo, Hines maquilló el resultado en los últimos instantes. Para los últimos diez minutos, el marcador estaba en 56-63.
Los pupilos de Itoudis se habían quedado tan solo en 10 puntos en el tercer período y querían evitar repetir esa paupérrima estadística. Salieron con un parcial de 5-1 que sin embargo detuvo Llull con un triple. El Real Madrid quería por todos los medios evitar que el CSKA se animara de nuevo. Esa fue la línea de actuación de los de Laso, nunca conformes con el resultado. De repente, llegaron incluso a ponerse doce puntos por encima de los rusos (61-73). Entonces, no obstante, estos reaccionaron, liderados en ataque por un acertado Clyburn. Un triple suyo terminó por llevar la diferencia a tres puntos con mucho partido por delante. De nuevo, hasta ahí permitió el Madrid la resurrección moscovita. Un triple de Llull volvió a congelar los ánimos. Así, poco a poco construyó su ventaja el equipo blanco. No hubo tiempo para más remontadas. El partido acabó 83-92.
De este modo, los de Laso estarán en la final de la Euroliga, donde espera el Fenerbahce. Los turcos, rival que eliminó al Madrid en las semifinales de la pasada Final Four, ostentan además la vitola de vigentes campeones. Veremos el próximo domingo 20 de mayo a las 20:00 horas si hay que coronar un nuevo rey de Europa.
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