Vamos con una jornada más de la Liga Santander, en el día de hoy le tocaba el turno al siempre polémico Antonio Miguel Mateu Lahoz. Digo polémico porque tiene los mismos detractores que admiradores.
Este árbitro valenciano tiene 41 años y una amplia trayectoria en primera división, ya que lleva en ella desde el año 2008.
Para el recuerdo de los madridistas, quedan las dos victorias ante el FC Barcelona, tanto en la Supercopa de España (2012) como en la final de la Copa Del Rey (2014) que dirigió nuestro protagonista en la jornada de hoy.
Ademas ha sido mundialista en el ultimo campeonato disputado en Rusia.
Este profesor de Educación Física ha obtenido diversos premios durante su carrera como el Silbato de oro en Primera y Segunda División, Trofeo Guruceta (entregado por Marca) y Trofeo Vicente Acevedo (entregado por la RFEF).
Pasamos a repasar su actuación de hoy:
– Nuestro colegiado señaló un total de 18 faltas, siendo 4 para el local y 14 para el visitante.
- Sacó un total de 4 amonestaciones:
Nacho (minuto 5) y Casemiro (minuto 76) por parte del Real Madrid.
Roca (minuto 25) y J. López (minuto 45) por parte perica.
- En las jugadas de fuera de juego el reparto fue 4 para el Real Madrid y 2 para el Espanyol.
Normalmente comento por apartados y doy mi opinión sobre lo que ha ido sucediendo; pero hoy lo voy a cambiar un poco y la razón es porque, también yo, me pierdo cuando Mateu Lahoz dirige un partido.
Es cierto que en líneas generales no estuvo mal, pero el partido fue simplemente muy fácil de llevar, sin ninguna jugada que reseñar en las áreas, sin entradas violentas, sin tanganas entre jugadores. Un partido muy tranquilo. Pero Mateu quiso darse un poco de protagonismo en los primeros minutos con una amarilla bastante rigurosa por protestas bastante tímidas de Nacho, listón que después no mantuvo durante el resto del partido, ni con otras protestas ni con entradas más duras que esa acción.
En cuanto a su forma de dirigir el juego, señaló las infracciones más evidentes pero dejó seguir en muchas otras que él, en su reglamento personal, entiende como que no hay falta. O eso o es que no las ve, que sería aun más grave. En la primera parte pude contar hasta 6 acciones donde no quiso señalar o no vio infracciones que lo eran, a pesar de que en su reglamento inventado no lo sea.
Llegamos al minuto 41, la única jugada difícil. Balón que le llega a Asensio, que marca gol y en un principio lo anula a instancias de su asistente por considerar que hay fuera de juego. Actúa el VAR y le contradice, por lo que el gol del Real Madrid sube al marcador. Es decir, en la única jugada difícil falla; y ya van muchas en solo 5 jornadas.
¿Que el arbitraje en 90 minutos fue malo? En absoluto. ¿Que un error suyo pudo influir en el partido si el VAR no existiese? Totalmente.
¿Que no lleva un rasero igual durante el partido? Rotundamente sí. No se sabe qué va a señalar y qué va a dejar seguir.
Para mí, suspenso. Repito, la única jugada complicada la señala mal. El arbitraje no es solo señalar las infracciones evidentes sino no alterar con tu actuación un resultado; y hoy pudo hacerlo.
Fdo. Crítico Arbitral, @criticoarbitral