Jornada 17 del campeonato de Liga y en el Bernabéu se presentaba un partido a priori muy interesante. Llegaba de visitante el Villarreal, equipo que ya debutó en la máxima categoría contra nosotros en la temporada 98/99 y que siempre ha mostrado buenas actuaciones y maneras de poner los partidos complicados en cada una de sus visitas.
Para esta noche, Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial: Lunin; Mendy, Alaba, Rüdiger, Lucas Vázquez; Kroos, Modric, Valverde, Bellingham; Rodrygo, Brahim.
En el conjunto de Marcelino, los titulares elegidos fueron: Jörgensen; Pedraza, Mandi, Albiol, Altimira; Baena, Parejo, Capoue, Ilias; Morales, Gerard Moreno.
Desde los compases iniciales del partido, el Madrid mostró superioridad controlando el balón y queriendo llegar al área rival para abrir pronto el marcador. Parecía que nuestros muchachos habían salido con ambición de responder bien al partido, ya sea por polémicas pasadas con el Villarreal o por el hecho de jugar un día antes que el líder de la competición.
Al minuto 11 del partido comenzó el capítulo negro de lesiones: un pisotón de Lucas Vázquez a Álex Baena en un balón dividido hizo mucho daño al habilidoso jugador groguet y le dejó mermado para el resto de la primera parte.
Momentos después comenzaron las ocasiones, con Brahim siendo el primero en probar a Jörgensen con un disparo que el meta sueco, de nacionalidad danesa, desviaba bien a corner. Instantes después sería Modric quien enviase un buen chut desde la frontal del área al larguero de la portería castellonense.
Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió, y lo hizo en el minuto 25. Una buena apertura a banda derecha para encontrar solo a Lucas Vázquez propició la entrada del jugador gallego, el pase atrás a Luka Modric quien centró de primeras a la cabeza de un Jude Bellingham que se adelantaba en el salto a sus marcadores y remataba de cabeza al fondo de las mallas para volver a hacer sonar la música en el Bernabéu. Era el 1-0 y la superioridad blanca quedaba manifiesta con este gol.
Pero la alegría duraría poco porque el tío del mazo volvería a aparecer al minuto 27. Álex Baena se echaba al suelo, con lágrimas en los ojos, propiciando la primera baja por lesión del partido. No pudo seguir el joven del Villarreal debido a las molestias en la anterior jugada con Lucas Vázquez y le sustituyó Terrats.
Más tarde, sería David Alaba quien se echaría al suelo en una jugada igual de tonta y fortuita. El central austriaco intentó recuperar por detrás un balón en posesión de Gerard Moreno y le falló la pierna de apoyo, haciendo un gesto feísimo con su rodilla izquierda.
Su cara de terror tendido en el suelo hizo revivir la pesadilla de lesiones previas sufridas este año por otros jugadores. En su lugar, entraría Nacho al campo.
Nos mantendremos atentos a la evolución de las noticias sobre David Alaba y desde aquí mandamos toda nuestra fuerza y mejores deseos para su pronta recuperación.
Precisamente Gerard Moreno también se tendría que marchar lesionado antes del descanso. Lo dicho, tarde aciaga la de hoy para los futbolistas.
Entre toda esta vorágine de malas noticias, hubo un ratito para la esperanza y este cayó en forma de gol.
Era el minuto 37 y Rodrygo aprovechaba un balón suelto en el área que le cedió Lucas Vázquez tras quedar el balón empantanado por un mal remate de Rüdiger. El gol fue anulado en primera instancia, pero la revisión de VAR aclaró que la posición de Rodrygo era legal en todo momento y que el gol era válido.
Aprovecho aquí para reivindicar el gran partido de Lucas Vázquez. El jugador gallego es siempre cuestionado pero hoy ha dado muestras de que, estando bien, puede dar un nivel altísimo al equipo y aportar minutos de mucha calidad, sumándose todo ello al compromiso y entrega irreprochables que casi siempre demuestra.
La vuelta de vestuarios no ayudó a relajar los ánimos y tanto Mendy, por parte del Real Madrid (sustituido por Fran García), como Albiol y el previamente lesionado Gerard Moreno, se quedaban en vestuarios afectados por problemas físicos varios. Veremos qué tiene también el bueno de Ferland Mendy y si no es demasiado chunga su dolencia.
Ya pasada la tormenta, el Villarreal parecía querer dar el susto y ajustaba el resultado con un gol de Morales al minuto 55. Buen balón de Terrats al espacio y Morales, que se cuela entre los centrales, no perdona de cara a puerta.
Sin embargo, el susto se quedaría en bostezo y sería el Madrid quien regresase a la versión apisonadora de la primera parte. Primero, con dos buenas oportunidades para Rodrygo y, más tarde, con un gran gol de Brahim al minuto 65.
El joven crack recibía de espaldas, a la altura del mediocampo, y se giraba con un precioso recorte para romper la cintura de su defensor, condujo con habilidad hacia portería y, una vez llegado al área, recortaría a Cuenca de manera preciosa dejándole en el suelo antes de cruzar el balón para batir a Jörgensen. 3-1, frenazo a la reacción castellonense y partido cerrado.
Olía a victoria y poco después un error gravísimo en la salida de balón del Villarreal, con un pase atrás de Capoue a su defensa que recupera Rodrygo, quien es frenado por Cuenca, pero el balón suelto es aprovechado por Modric para marcar el definitivo 4-1.
Tras el gol, se calentó un poco el partido y, como es costumbre, fueron los nuestros los que se llevaron la peor parte, con entradas a destiempo del Villarreal que acabaron en tarjeta amarilla… para Bellingham. Seguimos sin entender por qué una protesta en una acción clarísima donde el jugador inglés había sido objeto de falta clara se salda con el mismo castigo que la falta en sí. Y menos entendible es que cuando un jugador local esté alentando a su afición local en su propia casa se lleve la amenaza del árbitro de enseñarle la segunda cartulina amarilla.
De aquí hasta el final, destacar los olés en el Bernabéu y el regreso de Aurélien Tchouaméni al equipo ya recuperado de su lesión.
Y con esto, se acabó el partido y terminaba así otra jornada más en el Bernabéu. Diría aquello de “mañana, día libre” pero la verdad es que hay que mantener esta tensión competitiva, que hay jornada intersemanal y el jueves vamos a Vitoria a jugarnos la Liga allí también, así que a por ellos.