Octava jornada de la fase regular de la Euroliga y nuevo examen para el Real Madrid, que recibe al actual campeón, Fenerbahçe, en el WiZink Center. Ambos equipos llegan con el mismo balance (3-4) y en busca de una victoria que les devuelva confianza tras un arranque de temporada muy por debajo de lo esperado.
El conjunto turco, dirigido por Sarunas Jasikevicius, viene de caer claramente en Valencia, aunque la pasada semana logró imponerse en el derbi ante Efes. Respecto a la plantilla campeona de Europa, ha perdido piezas importantes como Nigel Hayes-Davis o Guduric, pero mantiene un bloque competitivo.
En el perímetro, recuperan a Scottie Wilbekin tras un año completo fuera por lesión, y han sumado a Talen Horton-Tucker, fichaje de relumbrón procedente de la NBA. Junto a ellos, destacan Wade Baldwin, Devon Hall y el joven Biberovic, que sigue creciendo y resistiendo los cantos de sirena de la NBA. En el alero, el siempre fiable Colson aporta solidez y puntos.
Por dentro, Jantunen llega tras brillar en París para acompañar al veterano Melli, mientras que en el puesto de pívot se alternan Khem Birch, cumplidor, y el ex NBA Armando Bacot, que de momento no ha ofrecido el rendimiento esperado.
En el Real Madrid, la necesidad de reacción es urgente. El equipo de Scariolo vuelve al WiZink tras desperdiciar otra ventaja superior a los 12 puntos y hundirse en el tercer cuarto ante el Bayern en Múnich. El conjunto blanco sigue mostrando una preocupante falta de consistencia lejos de casa.
Campazzo continúa sin encontrar su juego: no dirige con claridad y sigue negado de cara al aro. Buena parte de la recuperación del Madrid pasa por su mejora. Maledon mantiene buenas sensaciones, aunque con cierta intermitencia, mientras que Feliz sigue de baja por molestias lumbares.
Krämer, Llull y Procida apenas cuentan para el técnico, quedando fuera de una rotación en la que Deck, Okeke, Abalde y Hezonja se disputan los minutos en las posiciones de escolta y alero. Ninguno de ellos está siendo diferencial, a pesar del potencial que tienen.
A día de hoy, los jugadores más en forma y que sostienen al equipo son Trey Lyles y Edy Tavares, los únicos que no desconectan y que asumen el liderazgo en los momentos difíciles. De ellos depende en gran parte que el Real Madrid recupere el pulso competitivo y vuelva a ofrecer su mejor versión ante su afición.
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